Julio A. Louis

Las elecciones en la Enseñanza

SURda

La República

 

 

Ante las preguntas recibidas acerca de los motivos por los cuales se ha manejado el nombre de quien escribe para la lista sindical con vistas a la elección de representantes al CODICEN y la posterior desaparición del mismo, importa difundir que cuando el Congreso de FENAPES designó a sus candidatos, no tomó en cuenta que los jubilados no podían integrar las listas.

Cuando los pueblos de América Latina –y el de Uruguay en particular- buscan transformaciones que los favorezcan, los trabajadores, al igual que quienes lo fueron o serán (jubilados y estudiantes) y sus aliados, deben promover la mayor democratización del Estado y de la sociedad, la participación activa del haz de clases, capas y sectores populares en cuestiones económicas, sociales, culturales y políticas. En esa dirección, vale resaltar que los sindicatos son auténticos centros organizadores de la clase, escuelas de aprendizaje, de solidaridad y de combate. Y por lo tanto, deben usarse como palancas para emanciparse de la sociedad de clases, trabajando no sólo por las cuestiones inmediatas (el salario, la reducción horaria, etc.) sino por reivindicaciones programáticas mediatas, de tipo estructural.

El 24 del corriente mes se elegirán los representantes de los docentes para el CODICEN y los Consejos de cada rama de la enseñanza. Es una noticia excelente para los trabajadores -los que durante décadas hemos defendido esa presencia- y para el pueblo uruguayo en general. Por cierto, no puede ignorarse que las elecciones se efectúan en el marco de una Ley de Educación (aprobada en diciembre de 2008) objetada por el movimiento sindical. Pero el espacio logrado corresponde usarlo. Con criterio legítimo ha procedido la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU) avalada por el PIT-CNT, puesto que los electos por la lista sindical no sólo representarán a los docentes sino también a toda la clase trabajadora. Cabe recordar que ya los docentes tuvieron participación en el Consejo de Secundaria, cuando las leyes y los gobiernos estaban más lejos de nuestras aspiraciones, mediante elección por los docentes efectivos de sus delegados Y la participación acentuó contradicciones y desnudó los designios de la clase dirigente, ya que en la última elección de 1971 el gobierno colorado de Pacheco desconoció la democrática decisión electoral apoyada por el gremio de postular al Prof. Arturo Rodríguez Zorrilla para el Consejo de Secundaria.

Las fuerzas de la derecha opuestas a la presencia de los trabajadores en los Entes, estigmatizan a los sindicatos y en medio de una dura batalla de ideas para mantener la hegemonía del bloque burgués dominante, presentan opciones electorales partidarias compitiendo contra los sindicatos, representativos de todos los trabajadores, puesto que en ellos figuran miles de docentes blancos y colorados. La acusación central que han hecho es que los sindicatos son `corporativistas'. Las corporaciones eran gremios medievales que defendían la actividades de la construcción, de los panaderos, de los carpinteros, etc., donde participaban los maestros artesanos o patrones y los asalariados. Pero hoy se usa el término en sentido peyorativo, para atacar a los sindicatos que sólo defenderían postulados estrechos y egoístas. Dicho de ese modo, se insulta a los sindicatos y a sus afiliados. En todo caso, si hay quienes tienen mentalidad `corporativa' ella sólo se superará con la participación activa de los docentes, en una interacción constante con sus representantes en los consejos de la enseñanza.

No compartimos el criterio de quienes por discrepar con la Ley, llaman a abstenerse o a votar en blanco. Es un principio del movimiento sindical, que una vez que se resuelve un paro, una huelga u otra medida, aunque se haya discrepado o se discrepe con la decisión, se acata. Presentarse en opciones partidarias opuestas a las de los sindicatos, o predicar no votar sus listas son decisiones que desconocen la democracia sindical.

Los trabajadores docentes tendrán que derrotar a las fuerzas regresivas. Una vez más, los sindicatos aplican el concepto de independencia de la clase: reconocen que el Frente Amplio (y por ende, su gobierno) es una heterogénea coalición donde están representados los trabajadores pero también otros componentes sociales; y reconocen que la batalla de ideas, la batalla por la hegemonía (concepto que disgusta a más de uno en filas) también hay que librarla contra aliados influidos por corrientes que desconocen la lucha de clases. La lucha de clases se expresa en términos económicos, políticos, pero también ideológicos

Sólo profundizando la participación democrática –entre otras medidas- se cuestionará el dominio del gran capital trasnacional, el dominio del sistema capitalista. Sólo por ese camino se transitará hacia cambios radicales, dejando de lado la fraseología seudo-revolucionaria.